VOS SOS MI AMOR

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POR TI AL INFINITO

viernes, 14 de mayo de 2010

el cancer



El cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce un exceso de células malignas (conocidas como cancerígenas o cancerosas), con crecimiento y división más allá de los límites normales, (invasión del tejido circundante y, a veces, metástasis). La metástasis es la propagación a distancia, por vía fundamentalmente linfática o sanguínea, de las células originarias del cáncer, y el crecimiento de nuevos tumores en los lugares de destino de dicha metástasis. Estas propiedades diferencian a los tumores malignos de los benignos, que son limitados y no invaden ni producen metástasis. Las células normales al sentir el contacto con las células vecinas inhiben la reproducción, pero las células malignas no tienen este freno. La mayoría de los cánceres forman tumores pero algunos no (como la leucemia).
El cáncer puede afectar a todas las edades, incluso a fetos, pero el riesgo de sufrir los más comunes se incrementa con la edad. El cáncer causa cerca del 13% de todas las muertes. De acuerdo con la
Sociedad Americana del Cáncer, 7,6 millones de personas murieron de cáncer en el mundo durante 2007.
El cáncer es causado por anormalidades en el material
genético de las células. Estas anormalidades pueden ser provocadas por agentes carcinógenos, como la radiación (ionizante, ultravioleta, etc), de productos químicos (procedentes de la industria, del humo del tabaco y de la contaminación en general, etc) o de agentes infecciosos. Otras anormalidades genéticas cancerígenas son adquiridas durante la replicación normal del ADN, al no corregirse los errores que se producen durante la misma, o bien son heredadas y, por consiguiente, se presentan en todas las células desde el nacimiento (causando una mayor probabilidad de desencadenar la enfermedad). Existen complejas interacciones entre el material genético y los carcinógenos, un motivo por el que algunos individuos desarrollan cáncer después de la exposición a carcinógenos y otros no. Nuevos aspectos de la genética del cáncer, como la metilación del ADN y los microARNs, están siendo estudiados como importantes factores a tener en cuenta por su implicación.
Las anormalidades genéticas encontradas en las células cancerosas pueden ser de tipo mutación puntual,
translocación, amplificación, deleción, y ganancia/pérdida de todo un cromosoma. Existen genes que son más susceptibles a sufrir mutaciones que desencadenen cáncer. Esos genes, cuando están en su estado normal, se llaman protooncogenes, y cuando están mutados se llaman oncogenes. Lo que esos genes codifican suelen ser receptores de factores de crecimiento, de manera que la mutación genética hace que los receptores producidos estén permanentemente activados, o bien codifican los factores de crecimiento en sí, y la mutación puede hacer que se produzcan factores de crecimiento en exceso y sin control.
El cáncer es generalmente clasificado según el
tejido a partir del cual las células cancerosas se originan. Un diagnóstico definitivo requiere un examen histológico, aunque las primeras indicaciones de cáncer pueden ser dadas a partir de síntomas o radiografías. Muchos cánceres pueden ser tratados y algunos curados, dependiendo del tipo, la localización y la etapa o estado en el que se encuentre. Una vez detectado, se trata con la combinación apropiada de cirugía, quimioterapia y radioterapia. Según investigaciones, los tratamientos se especifican según el tipo de cáncer y, recientemente, también del propio paciente. Ha habido además un significativo progreso en el desarrollo de medicamentos que actúan específicamente en anormalidades moleculares de ciertos tumores y minimizan el daño a las células normales. El diagnóstico de cáncer en pacientes está, en gran medida, influenciado por el tipo de cáncer, así como por la etapa o la extensión de la enfermedad (frecuentemente en estados iniciales suele ser confundido con otras patologías si no se realizan los diagnósticos diferenciales adecuados). La clasificación histológica y la presencia de marcadores moleculares específicos pueden ser también útiles en el diagnóstico, así como para determinar tratamientos individuales.El cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce un exceso de células malignas (conocidas como cancerígenas o cancerosas), con crecimiento y división más allá de los límites normales, (invasión del tejido circundante y, a veces, metástasis). La metástasis es la propagación a distancia, por vía fundamentalmente linfática o sanguínea, de las células originarias del cáncer, y el crecimiento de nuevos tumores en los lugares de destino de dicha metástasis. Estas propiedades diferencian a los tumores malignos de los benignos, que son limitados y no invaden ni producen metástasis. Las células normales al sentir el contacto con las células vecinas inhiben la reproducción, pero las células malignas no tienen este freno. La mayoría de los cánceres forman tumores pero algunos no (como la leucemia).
El cáncer puede afectar a todas las edades, incluso a fetos, pero el riesgo de sufrir los más comunes se incrementa con la edad. El cáncer causa cerca del 13% de todas las muertes. De acuerdo con la
Sociedad Americana del Cáncer, 7,6 millones de personas murieron de cáncer en el mundo durante 2007.
El cáncer es causado por anormalidades en el material
genético de las células. Estas anormalidades pueden ser provocadas por agentes carcinógenos, como la radiación (ionizante, ultravioleta, etc), de productos químicos (procedentes de la industria, del humo del tabaco y de la contaminación en general, etc) o de agentes infecciosos. Otras anormalidades genéticas cancerígenas son adquiridas durante la replicación normal del ADN, al no corregirse los errores que se producen durante la misma, o bien son heredadas y, por consiguiente, se presentan en todas las células desde el nacimiento (causando una mayor probabilidad de desencadenar la enfermedad). Existen complejas interacciones entre el material genético y los carcinógenos, un motivo por el que algunos individuos desarrollan cáncer después de la exposición a carcinógenos y otros no. Nuevos aspectos de la genética del cáncer, como la metilación del ADN y los microARNs, están siendo estudiados como importantes factores a tener en cuenta por su implicación.
Las anormalidades genéticas encontradas en las células cancerosas pueden ser de tipo mutación puntual,
translocación, amplificación, deleción, y ganancia/pérdida de todo un cromosoma. Existen genes que son más susceptibles a sufrir mutaciones que desencadenen cáncer. Esos genes, cuando están en su estado normal, se llaman protooncogenes, y cuando están mutados se llaman oncogenes. Lo que esos genes codifican suelen ser receptores de factores de crecimiento, de manera que la mutación genética hace que los receptores producidos estén permanentemente activados, o bien codifican los factores de crecimiento en sí, y la mutación puede hacer que se produzcan factores de crecimiento en exceso y sin control.
El cáncer es generalmente clasificado según el
tejido a partir del cual las células cancerosas se originan. Un diagnóstico definitivo requiere un examen histológico, aunque las primeras indicaciones de cáncer pueden ser dadas a partir de síntomas o radiografías. Muchos cánceres pueden ser tratados y algunos curados, dependiendo del tipo, la localización y la etapa o estado en el que se encuentre. Una vez detectado, se trata con la combinación apropiada de cirugía, quimioterapia y radioterapia. Según investigaciones, los tratamientos se especifican según el tipo de cáncer y, recientemente, también del propio paciente. Ha habido además un significativo progreso en el desarrollo de medicamentos que actúan específicamente en anormalidades moleculares de ciertos tumores y minimizan el daño a las células normales. El diagnóstico de cáncer en pacientes está, en gran medida, influenciado por el tipo de cáncer, así como por la etapa o la extensión de la enfermedad (frecuentemente en estados iniciales suele ser confundido con otras patologías si no se realizan los diagnósticos diferenciales adecuados). La clasificación histológica y la presencia de marcadores moleculares específicos pueden ser también útiles en el diagnóstico, así como para determinar tratamientos individuales.




jueves, 13 de mayo de 2010

EL SIDA




EL SIDA





El síndrome de inmunodeficiencia adquirida, más referido por su acrónimo SIDA o sida, es una enfermedad que afecta a los humanos infectados por el VIH. Se dice que una persona padece de sida cuando su organismo, debido a la inmunodeficiencia provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones que aquejan a los seres humanos.

Cabe destacar la diferencia entre estar infectado por el VIH y padecer de sida. Una persona infectada por el VIH es seropositiva y pasa a desarrollar un cuadro de sida cuando su nivel de linfocitos T CD4, células que ataca el virus, desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.

El VIH se transmite a través de los siguientes fluidos corporales: sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna.[1]

El Día mundial de la lucha contra el SIDA se celebra el 1 de diciembre.

La Real Academia Española (RAE) recoge la palabra sida en la vigésima segunda edición de su diccionario,[2] por lo cual puede ser utilizada en minúsculas y en mayúsculas.[3] El uso de minúsculas es recomendado por la Organización Panamericana de la Salud, agencia de salud de Naciones Unidas para las Américas.


Itroducción

simboloolo internacional que representa la lucha contra el sida.


El sida consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos, y se desarrolla cuando el nivel de Linfocitos T CD4 desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.


Normalmente, los glóbulos blancos y anticuerpos atacan y destruyen a cualquier organismo extraño que entra al cuerpo humano. Esta respuesta es coordinada por un tipo de células llamados linfocitos CD4. Desafortunadamente, el VIH ataca específicamente a las células que expresan el receptor CD4, una de las más importantes son los linfocitos T CD4+ y entra en ellos. Una vez dentro, el virus transforma su material genético de cadena simple (ARN) a uno de cadena doble (ADN) para incorporarlo al material genético propio del huésped (persona infectada) y lo utiliza para replicarse o hacer copias de sí mismo. Cuando las nuevas copias del virus salen de las células a la sangre, buscan a otras células para atacar. Mientras, las células de donde salieron mueren. Este ciclo se repite una y otra vez.

Para defenderse de esta producción de virus, el sistema inmune de una persona produce muchas células CD4 diariamente. Paulatinamente el número de células CD4 disminuye, por lo que la persona sufre de inmunodeficiencia, lo cual significa que la persona no puede defenderse de otros virus, bacterias, hongos y parásitos que causan enfermedades, lo que deja a la persona susceptible de sufrir enfermedades que una persona sana sería capaz de enfrentar, como la neumonía atípica y la meningitis atípica. Estas enfermedades son principalmente infecciones oportunistas. Dado que el organismo posee mecanismos de control de crecimiento celular dependiente de células CD4, la destrucción progresiva de éstas células ocasionará que estos mecanismos no sean adecuadamente regulados, lo que origina en consecuencia la presencia de algunas neoplasias (cáncer) que no ocurrirían en personas «sanas». El VIH, además, es capaz de infectar células cerebrales, causando algunas afecciones neurológicas.

Como en los demás retrovirus, la información genética del virus está en forma de ARN, que contiene las «instrucciones» para la síntesis de proteínas estructurales, las cuales al unirse conformarán al nuevo virus (virión); es decir sus características hereditarias, que le son necesarias para replicarse. Habitualmente, en la naturaleza el ADN o ácido desoxirribonucleico es una fuente de material genético desde la que se producirá una copia simple de ARN, pero en el caso del VIH, éste logra invertir el sentido de la información, produciendo ADN a partir de su simple copia de ARN, operación que se denomina transcripción inversa, característica de los retrovirus. El virus inserta su información genética en el mecanismo de reproducción de la célula (núcleo celular), gracias a la acción de la transcriptasa reversa.



la pandemia de la gripe A(H1N1)


Octavio Rodríguez Araujo

En 2008 fallecieron, por muy diversas causas, poco más de medio millón de personas en México según los datos oficiales de Conapo, Inegi y la Secretaría de Salud. De este total, alrededor de 15 mil personas fallecieron por enfermedades respiratorias agudas bajas, es decir bronquitis, neumonía, laringitis, etcétera, que están asociadas a complicaciones del proceso de gripe común, también denominada influenza. Ésta tiene diversos grados de peligro según la mutación de los virus que la produce y la condición física del paciente. Dicho de otra forma, alrededor de 3 por ciento de todos los que fallecieron ese año en México se debió a complicaciones de gripe. Como en 2008 no hubo ninguna epidemia de gripe, ni mucho menos pandemia, podemos considerar que fue un año normal en este sentido. En Estados Unidos se han calculado 51 mil muertes asociadas a la gripe estacional.

El 23 de marzo de 2010 la Cepal, junto con la Organización Panamericana de la Salud-Organización Mundial de la Salud, por solicitud y con el apoyo del gobierno de México, presentó una Evaluación preliminar del impacto en México de la influenza A H1N1.

Al 3 de agosto de 2009 habían fallecido por esta influenza 146 personas en todo el país. El número de casos confirmados del virus fue de 17 mil 416, lo que nos dice que el porcentaje de defunciones por A H1N1 fue de 0.84, y en relación con el total de muertos en general el porcentaje fue de 0.03, muchísimo menos de 3 por ciento que en 2008 murieron por complicaciones de gripe común.

Las medidas adoptadas por las autoridades, especialmente por las del gobierno federal y las del Distrito Federal, tuvieron un costo impresionante, según este estudio. Cito: Las estimaciones realizadas acerca de las pérdidas ocasionadas por la pandemia durante 2009, suponiendo que la tasa de ataque actual de la enfermedad se mantiene a niveles similares en el resto del año, ascienden a los 127 mil 360 millones de pesos, o su equivalente de 9 mil110 millones de dólares. De dicha cantidad, 121 mil 978 millones de pesos corresponden a menor producción y venta de bienes y servicios (96 por ciento del total), en tanto 5 mil 380 millones más (el 4 por ciento restante) se refieren a mayores gastos por encima de lo normal para atender las necesidades de la emergencia sanitaria. (Página 6 de la Evaluación.)

Esa pérdida equivalió a uno por ciento del producto interno bruto (PIB) de México en 2008, siendo turismo y comercio los sectores más afectados (73 por ciento de las pérdidas), en tanto que los gastos de atención de la población (diagnóstico, tratamiento y vigilancia) representaron 3 por ciento de esos 127 mil 360 millones de pesos (3 mil 873 millones de pesos). El gobierno mexicano, según cálculos de Carstens, declaró que la afectación por la A H1N1 sería de 30 mil millones de pesos (La Jornada, 6/5/09), cantidad muy por debajo de la calculada por la Cepal.

¿Quiénes pagaron esas pérdidas? En primer lugar los casi 133 mil hogares cuyos miembros cayeron bajo el nivel de pobreza al perder su empleo por las medidas adoptadas por el gobierno contra la pandemia (así llamada irresponsablemente por la OMS al declararla en fase 5 y 6 porque había al menos un infectado en algún país). En segundo lugar las empresas: los restaurantes de todo el país perdieron más de 12 mil millones de pesos, el sector turístico perdió más de 47 mil millones, el comercio (mayoreo y menudeo) perdió 45 mil millones y medio, y todo esto en un ambiente de crisis económica mundial y cuando el PIB había caído en el primer trimestre de 2009, en términos reales, 8.2 por ciento. En el documento comentado se dice: “Así, si la tasa de crecimiento para el país en 2009 había sido estimada anteriormente en –6.4 por ciento, como resultado de la pandemia se tornaría en un decrecimiento de 7.1 por ciento.”


miércoles, 12 de mayo de 2010

la salud en el ecuador

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Publicado por: Fecha: martes 22 de diciembre del 2009

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Las principales metas para el 2010 es avanzar en algo que ya se ha trabajado en estos años, como es el fortalecimiento de la Red Pública y Complementaria, mediante la cual, todos los usuarios puedan acceder a los servicios de la cartera de Salud y al Seguro Social de las Fuerzas Armadas y de la Policía, sin la necesidad de portar un carnet o relación de dependencia.

En este articulo Usted podrá:

La ministra de Salud, Caroline Chang, destacó que el trabajo que durante el año ha realizado la cartera a su cargo, ha dejado muchos logros en beneficio de los ecuatorianos. Anunció además que se está planificando el fortalecimiento del acceso masivo a la salud, mediante instituciones como las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Así lo ratificó en breves declaraciones que emitió desde el Palacio de Carondelet, mientras asistía a un agasajo navideño durante la celebración de la Novena al Niño Jesús, que en estos días se lleva a cabo en la Casa Presidencial.

La atención gratuita ofrecida mediante la Red de Atención Primaria, fue uno de los puntos que destacó la ministra Chang, añadiendo que también se avanzado en la Red de Servicios especialmente en el tema de diagnostico de alta complejidad.

En este sentido, resaltó además que todas las provincias cuentan con tomógrafos para diagnósticos emergentes y que se ha fortalecido la rectoría del Ministerio de Salud.

Por otra parte informó que se redujo en 70% los casos por la malaria, en menos de dos años y medio, cuando la meta era reducirla en 50% durante un periodo de cinco años; esto le valió al Ecuador un importante logro. “Recibimos en el año 2009 el reconocimiento internacional de Campeones de la Lucha contra la Malaria”, dijo Chang, al tiempo de calificar al hecho como “un hito” a nivel de Sudamérica.

Además, el Ministerio de Salud ha presidido este año el Consejo de Salud de UNASUR, lo que ha permitido el fortalecimiento de políticas públicas regionales, como por ejemplo, la compra conjunta de vacunas y la vigilancia epidemiológica. “UNASUR reconoció y felicitó al Ministerio de Salud y al Ecuador por la decisión del Presidente de la República, de priorizar la salud pública al otorgar las licencias obligatorias a los medicamentos, lo que va a permitir la producción nacional y el acceso a medicamentos de acuerdo a lo que marca la Constitución”, acotó.

Finalmente dijo que una de las principales metas para el 2010 es avanzar en algo que ya se ha trabajado en estos años, como es el fortalecimiento de la Red Pública y Complementaria, mediante la cual, todos los usuarios puedan acceder a los servicios de la cartera de Salud y al Seguro Social de las Fuerzas Armadas y de la Policía, sin la necesidad de portar un carnet o relación de dependencia.